lunes, 8 de diciembre de 2014

Vencibles

Pedro José Martínez



Quizá un mal día, o mala suerte, tal vez poca determinación, pero lo cierto es que el Chelsea cayó derrotado este fin de semana, y no precisamente ante uno de los grandes ingleses. Fue el Newcastle el que venció al líder en un partido bastante intenso.
Esta victoria del equipo de Alan Pardew confirma la notable mejoría de los urracas en los últimos enfrentamientos.

No se le da nada bien a José Mourinho este estado, St’James Park, de hecho no ha ganado aún allí. De esta forma, llega la primera derrota del Chelsea en lo que llevamos de curso. Eso sí, no jugó mal el equipo londinense, pretendió, propuso, pero faltó algo: materializar las ocasiones.



Pesó mucho la baja de Nemanja Matic en el Chelsea. Un jugador como el serbio es un fijo para el técnico portugués y un pilar fundamental del equipo, por lo tanto su ausencia se ha notado de forma considerable. Matic es un futbolista que dota a su equipo de una armonía asombrosa, es la pieza que equilibra la balanza entre defensa y ataque. Mientras que futbolistas como César Azpilicueta o Branislav Ivanovic se incorporan al ataque, él cubre de forma exquisita las lagunas que se puedan formar en defensa.

Ante su ausencia, Mourinho se decantó por Obi Mikel para el centro del campo, en detrimento de Ramires que arrastraba algunas molestias musculares. Y no estuvo mal el nigeriano, sobre todo durante la primera mitad, donde apenas erró pases y completó un buen trabajo defensivo sobre Sissoko. Pero Mikel no es Matic y eso lo sabe Mourinho y lo sabemos todos. A pesar de completar una hora de juego bastante buena, Mikel estuvo fatal en la acción que supuso el 2-0: perdió totalmente la posición y falló en la transición defensiva, algo en lo que un mediocentro defensivo no puede fallar. Cissé consiguió batir a Courtois tras pillar mal posicionada a la defensa ‘blue’.

Previamente, el propio Papiss Demba Cissé abrió el marcador después de que Ameobi metiera un centro raso al área. Desafortunado Cahill en la jugada del primer gol, el balón lo intenta despejar él pero lo que hace es evitar que tanto Courtois como Terry pudieran cortar el centro que acaba llegando franco al delantero senegalés.

Ante el hándicap de ir por detrás en el marcador, José Mourinho dio entrada a Schurrle para sustituir a Oscar, que no estuvo muy acertado en el tiempo que jugó. El alemán ocuparía entonces la banda derecha y William se incrustaría entre líneas. La entrada de Schurrle dio otro aire pero no era suficiente. Así, más dinamita fue introducida al terreno de juego, Filipe Luis y Didier Drogba ingresaban al campo por William y Azpilicueta. La idea era clara: los centros de Filipe Luis hacia –grandes rematadores como- Didier Drogba y Diego Costa podrían ser la clave para remontar el partido. No fue así, no sirvieron los cambios para remontar el partido; aunque Drogba dio algo de emoción a los minutos finales del encuentro. 2-1 fue el resultado final.  



Es de admirar el trabajo del Newcastle ante un equipo tan completo como es este Chelsea. Y no sólo en este partido, la dinámica ascendente del equipo viene desde hace un par de meses. Por su parte el conjunto ‘blue’ solo ha cosechado un punto en sus últimas dos salidas, y no es que su juego de ataque se haya visto mermado, o que la solidez defensiva que caracteriza al Chelsea se muestre endeble fuera de casa, más bien es la falta de acierto la que ha hecho que no haya sacado los tres puntos en sus dos últimos encuentros a domicilio. 







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Pedro José Martínez ( @Pedro5Cere )

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